Con el aumento constante de la obesidad en todo el mundo, cada vez más personas recurren a medicamentos recetados para apoyar la pérdida de peso, especialmente cuando la dieta y el ejercicio por sí solos no son suficientes.
La obesidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública en el mundo, y cada vez son más las personas que buscan apoyo médico para lograr una reducción sostenida de peso. Si bien la alimentación saludable y la actividad física son pilares fundamentales, para muchas personas no resultan suficientes por sí solos.
En este contexto, los medicamentos recetados para el control de peso como Ozempic, disponibles en farmacias especializadas como Farmaloop, han cobrado gran popularidad en los últimos años.
Estos fármacos, conocidos por su capacidad para suprimir el apetito y promover la pérdida de peso, representan una herramienta efectiva para quienes luchan contra la obesidad y el sobrepeso.
Sin embargo, como todo tratamiento farmacológico, pueden provocar efectos secundarios que a menudo generan dudas, incomodidad y, en algunos casos, el abandono del tratamiento.
Efectos secundarios más frecuentes
Los medicamentos inyectables más recientes para bajar de peso, como la semaglutida (Ozempic y Wegovy), suelen causar principalmente molestias gastrointestinales. Entre los síntomas más reportados se encuentran:
● Náuseas y vómitos, especialmente al iniciar el tratamiento.
● Problemas digestivos, como hinchazón, calambres, estreñimiento y diarrea.
● Fatiga, debido a cambios en la digestión y la disminución del apetito.
● Pérdida de apetito intensa, que puede resultar incómoda para algunos pacientes.
Otros medicamentos más antiguos, como la fentermina, pueden producir ansiedad, palpitaciones y aumento de la presión arterial.
Consejos para controlar los efectos secundarios
Empezar con dosis bajas
Iniciar el tratamiento con una dosis reducida y aumentarla gradualmente permite que el cuerpo se adapte mejor, reduciendo la intensidad de los efectos secundarios. Este enfoque debe hacerse siempre bajo supervisión médica.
Apoyo digestivo
Para los efectos gastrointestinales, existen soluciones prácticas:
● Estreñimiento: consumir fibra (psyllium), usar ablandadores de heces o laxantes suaves.
● Náuseas: té o suplementos de jengibre, medicamentos específicos (consultar al médico).
Acidez: antiácidos a base de calcio o medicamentos como famotidina.
● Diarrea: dieta BRAT (bananas, arroz, puré de manzana y tostadas) o loperamida.
Siempre es importante consultar con el médico antes de añadir cualquier suplemento o medicamento adicional.
Hidratación constante
Beber suficiente agua es fundamental, especialmente si se experimentan vómitos o diarrea. Mantenerse hidratado ayuda a controlar la fatiga y a mejorar el tránsito intestinal.
Comidas pequeñas y equilibradas
Dividir la alimentación en comidas pequeñas y frecuentes reduce la carga digestiva y minimiza las náuseas. Se recomienda evitar alimentos ricos en grasas y azúcares, priorizando verduras, proteínas magras y cereales integrales.
Actividad física ligera
El ejercicio moderado, como caminatas o estiramientos suaves, ayuda a mantener el metabolismo activo y mejora el ánimo. Con el tiempo, se puede aumentar la intensidad de manera progresiva.
Paciencia y adaptación
Los efectos secundarios suelen ser más intensos durante las primeras semanas y tienden a disminuir con el tiempo. Darle al cuerpo espacio para adaptarse es clave.
Si los efectos se vuelven severos, como náuseas intensas, vómitos frecuentes, signos de deshidratación o palpitaciones, es fundamental contactar al médico de inmediato.
Estos medicamentos, de venta bajo receta y en diferentes farmacias como Farmaloop en Chie, siempre deben contar con asesoramiento y acompañamiento de un equipo de salud, para un tratamiento seguro y exitoso. Un médico o un nutricionista pueden ayudarte a encontrar las mejores estrategias alimentarias y de manejo de síntomas, además de ajustar las dosis si es necesario.
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